El DAFO, (Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades) se basa en una metodología de análisis que realizan las empresas para diseñar su estrategia para encarar su futuro. Analizando principalmente sus características internas a través de (Debilidades y Fortalezas) y su situación externa indagando en (Amenazas y Oportunidades) a través de una matriz cuadrada.
Lo mejor de este modelo es que se puede aplicar a cualquier sector o área de negocio. Se trata de un diagnóstico estratégico clave en una organización. Buscando describir la situación actual para identificar posibles cambios posteriores a ejecutar. Siendo importante tener claro la funcionalidad de los fines que se pretendan conseguir.
Análisis interno: Debilidades y Fortalezas
En este apartado se incide en el estudio interno. Se pretende encontrar las debilidades y las fortalezas que la empresa posee. Con el análisis de las debilidades se busca corregirlas y con las fortalezas, generar su máximo rendimiento o explotación. Para ello se estudian todos los departamentos de la organización, desde la producción…hasta las finanzas.
Entre las principales debilidades en una empresa, podemos encontrar: La ausencia de una dirección correcta, la falta de financiación, escasa inversión en I+D, altos costes y escasa rentabilidad, obsolescencia de instalaciones y medios. En referencia a las fortalezas esenciales, éstas pueden ser: Asesoramiento técnico y personalizado, gran gama de productos, locales actualizados y cómodos, buen trato al cliente, buen rendimiento tanto del equipo de trabajo como en la optimización de costes.
Se deben analizar todos los departamentos o áreas. Con el de producción, se estudia la capacidad que tiene la empresa de fabricar u ofrecer sus productos o servicios, a qué coste y con qué calidad. Mediante el marketing, se analizan las líneas de productos, su imagen y posicionamiento en el mercado, la publicidad, promociones y el servicio de atención al cliente. En cuanto al ámbito financiero, se priorizan valores como la rentabilidad, la capacidad de endeudamiento y financiación, la liquidez y la política de inversiones que dispone o realiza la empresa.
También se debe estudiar la estructura de la compañía y su cultura empresarial. En relación a la dirección y el control que se realiza. Los mecanismos de selección de personal, nivel de formación, retribuciones salariales, junto a la formación y motivación.
Análisis externo: Amenazas y Oportunidades
En este sentido se analizan las variables que afectan al entorno empresarial de la empresa. Es decir, aquellos aspectos que no dependen directamente de la empresa pero que sí le afectan sustancialmente. Esto suele ser bastante revelador a la hora de definir estrategias que permitan combatir las amenazas y aprovechar las oportunidades. Centrándose fundamentalmente en el mercado, el sector, la competencia y el entorno.
En el mercado se define el público objetivo de la empresa, el nivel de demanda, las características del cliente y lo que, éste, más valora a la hora de comprar. El objeto del estudio del sector, se centra en buscar oportunidades de negocio. Analizando para ello todos los agentes participantes, desde los proveedores, distribuidores, clientes y fabricantes. Con el examen de la competencia se consigue centrar a la empresa en el sector al que pertenece. Analizando cuál es su posicionamiento, los precios que oferta, el tipo de productos o la distribución que realiza en relación al mercado. En el estudio del entorno se incluye todo aquello que siendo ajeno a la compañía, le influye directamente.
A través de las amenazas se busca indagar en el obstáculo, la competencia, recursos y todo aquello que pueda impedir o incidir negativamente en la actividad de la empresa. Con la investigación de las oportunidades, se pretende descomponer las circunstancias, las tendencias, la coyuntura económica, la tecnología, la normativa e incluso patrones sociales.