Las pequeñas empresas y autónomos deben muchos de sus problemas a la falta de eficiencia y eficacia en sus procesos. Esto se traduce, generalmente, en una baja productividad o un elevado coste de oportunidad, afectando a la rentabilidad del negocio.
Puedes mejorar la productividad con los siguientes consejos y realizando algunos cambios en tu empresa.
Cómo mejorar la productividad
Realiza un ejercicio de planificación a medio plazo que te permita huir de la improvisación diaria y que te facilite trabajar anticipadamente y marcar las prioridades y objetivos.
Apóyate en la tecnología y digitaliza tu empresa, si eres de los que te estás quedando atrás, debes meter tecnología en los distintos procesos de tu empresa.
Es una oportunidad histórica, pon a prueba el teletrabajo. A lo mejor descubres que ha llegado para quedarse.
Delega tareas de una forma ordenada y con seguimiento.
Genera un espacio de trabajo adecuado, tu casa, local, vehículo y/o oficina tienen que estar limpios, ordenados y ser funcionales, tanto para ti como para tus colaboradores
Analiza tu cadena de valor y externaliza algunas partes de ella. A lo mejor estás perdiendo tiempo y dinero no dedicándote a lo que verdaderamente genera valor.
Analiza la jornada de trabajo diaria de tu empresa, de forma que puedas cambiar y mejorar las rutinas, aprovechando mejor los distintos momentos del día en función del grado de actividad, productividad, concentración y recursos necesarios.
Aprende a decir no a cualquiera que se relaciona con tu empresa. En el caso de los clientes, debes quitarte de encima a los clientes tóxicos, que al final desvían tu atención.
No estés conectado a tu empresa las 24 horas ya que llega el momento tu productividad baja. Para ser productivo necesitas tener tiempo para ti y desconectar haciendo deporte, distrayéndote en familia y amigos, o simplemente descansando.