Desgraciadamente estamos ante dos palabras que se ponen de moda cada vez que aparece una crisis, en el 2007 se hizo famoso el ERE y ahora el ERTE.
Al reducirse los ingresos drásticamente o directamente desaparecer es insostenible para las empresas mantener el nivel de empleo. Por esto se ven en la circunstancia de aplicar medidas conjuntas a sus trabajadores y reajustar las plantillas.
En la situación actual de estado de alarma, el Gobierno ha utilizado ha propuesta esta solución a las empresas bonificando dichos ERTES.
¿Qué es un ERTE?
Un ERTE es un expediente de regulación temporal de empleo. Viene regulado en el artículo 47 del Estatuto de los trabajadores, siendo definido como una suspensión del contrato o reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor.
En las últimas semanas se han tramitado más ERTES que en los últimos cinco años. Esto es debido a que el Gobierno, debido a esta crisis sanitaria temporal ha decidido reforzar la figura de los ERTES.
En este caso, se ha reforzado la cobertura a los trabajadores afectados por un ERTE. Se posibilita que tengan acceso a la prestación contributiva por desempleo, aunque carezcan del periodo de cotización necesario para tener acceso a ella y sin que se les descuente de la que puedan tener acumulada.
Igualmente, se exonera a las empresas del pago del 75 % de la aportación empresarial a la Seguridad Social. Se puede alcanzar dicha exoneración el 100 % de la cuota cuando se trate de empresas de menos de 50 trabajadores, siempre que éstas se comprometan a mantener el empleo.
¿Qué es un ERE?
Un ERE es un expediente de regulación de empleo que implica un despido colectivo, no siendo temporal y que conlleva, a diferencia de los ERTE, indemnización.
En conclusión, la principal diferencia es que la temporalidad, el ERE es definitivo y el ERTE “puede” que no.
Lo que, si es verdad, es que, en esta situación de suspensión total de la actividad por Coronavirus, a lo mejor las empresas no tienen otra salida. Pero en otras circunstancias, si no hay más remedio, antes de llegar a esto, las empresas pueden proponer otro tipo de medidas como negocias reducciones o flexibilización de la jornada.
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