El 11% de las empresas que han presentado un ERTE ya han sido inspeccionadas o han recibido la comunicación para recibir una inspección. Además, un 8% de las empresas inspeccionadas han recibido un expediente sancionador.
El 6% de las empresas en ERTE han sido por causas económicas, técnicas, de producción u organizativas. El resto, han sido por causa de fuerza mayor provocada por el estado de alarma decretado por el COVID-19.
Esto datos se desprenden de la encuesta que ha realizado el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos a los gestores, principales protagonistas de los ERTES.
ERTES convertidos en ERES
Según la encuesta, el 46% de las empresas en ERTE por fuerza mayor van a agotar el plazo que les otorgue el Gobierno para mantenerlo. En este caso se verán afectados el 33% de los trabajadores incluidos en dichos ERTE.
En este sentido, cuanto más se alarguen los plazos en los ERTE por fuerza mayor, siempre que se mantengan las ayudas iniciales, mayor número de negocios podrán resolver los graves problemas que ha provocado la pandemia.
De seguir sin tomar medidas, tal y como destacan los Gestores administrativos, 52.000 empresas acogidas a un ERTE lo convertirán en un ERE antes de finalizar el año. Esto supondrá la pérdida de otros 300.000 puestos de trabajo
Trabajadores en ERTE sin cobrar
Tal y como se desprende de la encuesta, se destaca que más de 200.000 trabajadores continúa sin cobrar la prestación. En este caso, esto atasco en el SEPE se ve agravado por los casos que están cobrando la prestación habiendo finalizado el ERTE e incorporadas ya al trabajo.
El problema sigue siendo el mismo, que la empresa da por finalizado el ERTE, pero el SEPE no lo ha tramitado, por lo que el trabajador sigue cobrando. Esto dará lugar a muchas reclamaciones por cobros indebido y prestaciones que habrá que devolver.