Con la aparición de la tecnología en casi todos los ámbitos de nuestra vida y, en especial, en el mundo de la empresa, da a impresión de que debemos instaurar todo avance relacionado con las TIC inmediatamente, porque de lo contrario nos quedaremos atrás, perdiendo así, competitividad.
En concreto, un software ERP (Enterprise Resource Planning) hoy en día, a diferencia de lo que pasaba años atrás, está al alcance de cualquier empresa independientemente de su tamaño. Sin embargo, no debemos volvernos locos a la hora de implantar sistemas que nos ayuden en nuestra gestión empresarial, ya que lo más importante a la hora de su implantación, es sacarle rendimiento.
Entonces,
¿cuándo debería instalar un software ERP en mi empresa?
Intentemos saber si somos capaces de responder a estas preguntas:
- ¿Conocemos nuestros resultados, de manera fiable, a fin de mes?
- ¿Nuestras previsiones se basan en datos ciertos?
- ¿Somos capaces de acometer todos nuestros pedidos de forma satisfactoria?
- ¿Cuál es nuestro stock y rotación de productos?
- ¿Sabemos nuestro punto de equilibrio?
- ¿Cuál es nuestro margen medio por cada venta?
- ¿Ofrecemos un buen feedback a nuestros clientes?
En caso de responder acertadamente a las preguntas anteriores de nuestra actividad, negocio o empresa, nuestra gestión es acertada y deberíamos intentar centrar nuestros esfuerzos y recursos en otras áreas. Sin embargo, si no podemos ofrecer una respuesta cierta, deberíamos empezar a pensar en la estandarización de procesos y departamentos.
Si constatamos la necesidad de un sistema ERP, nos encontramos con otro dilema, ya que, debemos tener presente, que de nada nos servirá implantarlo, si no nos es útil y nos facilita la gestión e información relevante para la toma de decisiones. Para solucionarlo, debemos de nuevo dar respuesta a
nuevas preguntas:
- ¿Necesito un ERP estándar o hecho a medida de nuestra empresa?
- ¿Es importante que abarque todos los procesos?
- ¿Necesito un sistema vertical u horizontal?
- ¿Libre o propietario?
- ¿Cuál es el coste de su implementación y posterior mantenimiento?
Con lo anteriormente expuesto la decisión de implementar un sistema ERP en nuestra empresa, aunque pueda parecer obvia no lo es. Como hemos desarrollado, debemos de reflexionar sobre el asunto, a poder ser de la mano de un profesional que nos ayude a solventar nuestras dudas, de manera que, siempre, decidamos lo que decidamos, nos revierta en una mejora de la gestión, de nuestro know how y como fin último, de nuestra competitividad y resultados.