Empezar un negocio nunca es fácil. Uno de los principales problemas del emprendedor es la carencia de ideas rompedoras e innovadoras que supongan en si mismas una verdadera ventaja competitiva.
Una idea innovadora es la forma en que damos solución a un problema que hemos podido detectar y que es común a un número considerable de personas. Si se trata de millones de personas mucho mejor.
Qué está todo inventado es un buen tópico, pero todos los días hay miles de personas generando ideas que cambian de golpe los paradigmas ya establecidos en el mercado.
Debemos observar, preguntarnos el por qué de las cosas, formarnos, investigar, aplicar métodos como el brainstroming con personas de tu confianza, copia y mejora como los japoneses y ser críticos con nuestras ocurrencias. Si crees que tienes una idea innovadora ya puedes dar los siguientes pasos:
Validar la idea
De la teoría a la práctica va un buen trecho, y no todos los emprendedores son capaces de recorrerlo con éxito.
Son mayoría las ideas que no consiguen pasar de ser eso, de ser una idea, ya que lo importante no es la idea sino como se ejecuta.
En este sentido, existen múltiples métodos para conseguir conocer si una idea puede funcionar o no, como pueda ser el método Lean Canvas, que permite, a través de un análisis sencillo plantear el modelo de negocio a partir de una idea.
Un plan de negocio
Empezar a ejecutar la idea innovadora requiere de cierta planificación y para eso es conveniente empezar a redactar un buen plan de negocio en el que pondremos a prueba, al menos en la teoría, nuestra idea.
En este plan de negocio se pondrá de manifiesto todo los recursos necesarios para ponerla en marcha, debiendo reflejar la cantidad de dinero que es necesario invertir.
Foto: Pixabay