El cliente siempre tiene razón, hasta que la pierde. A lo largo de la vida de tu empresa, te irás tropezando con muchos tipos de clientes, la mayoría estupendos, y con los que da gusto trabajar, pero en algunos casos puedes tener que tratar con clientes perjudiciales para tu negocio.
Veamos varios tipos de clientes que a los que te gustaría no haber coincidido
El tóxico
Se trata de aquel, que aunque el proceso de venta vaya bien, casi todo salga perfecto, es un crítico por naturaleza, y a lo que se dedica es a intoxicar al resto de clientes tuyos que pueda conocer.
Con la experiencia, puedes detectar quienes lo son e intentar aislarlo del resto porque su arte de malmeter te puede hacer perder muchos clientes.
El caradura
Que nadie da duros a cuatro pesetas está claro, excepto para este tipo de cliente. Normalmente las palabras gratis y descuento son los que más utiliza en su vocabulario, sin emplear ninguna dosis de empatía hacia los costes que puede suponer el producto.
Al ser personas que no entienden la diferencia entre valor y precio, y lo mismo se comportan así desde la cuna, no emprendas una lucha sin salida para hacérselo entender, fíjale cuales son las normas de tu negocio desde el principio y no tendrás problema.
El perseguidor de cupones
Desde la creación de este tipo de negocios de conseguir descuentos en Internet, los perseguidores han crecido como la espuma. Se trata de un cliente que va a ir sólo a tu negocio porque le interesa el precio de ese cupón, y normalmente nada más, porque se dedica a hacer lo mismo con muchas cosas de su vida cotidiana.
En general, no es un cliente que te interese porque, por un lado, igual que viene se va, y porque en el tiempo que lo atiendas vas a trabajar por debajo del coste y sin expectativas de fidelizarlo.
El listo
No es el más malo, pero es bastante incómodo, ya que cree dominar los servicios que presta nuestra empresa mejor que nosotros mismos. Normalmente no suele ser solo un listillo, sino además suele ser entrometido, queriéndose enterar de todo lo que sucede en nuestra empresa.
En cualquier caso, no se trata de echar a ninguno de estos clientes, pero si debes tener en cuenta en no perder esfuerzos en intentar fidelizarlo, porque a la larga te dará problemas y posiblemente te haga perder dinero