Cuando hablamos de un embajador de marca, generalmente nos referimos a una persona que representa a una organización y que, en gran medida, es relevante para el público objetivo al que se dirige. Los embajadores de marca nos pueden ayudar a mejorar nuestra imagen con una inversión económica mínima dependiendo del caso.
Su principal objetivo consiste en conseguir que nuestra marca destaque respecto a la competencia y provoque en el cliente potencial una toma de decisión claramente posicionada sobre nuestra marca. Mediante su colaboración el público objetivo seleccionará nuestra marca gracias a la imagen del propio embajador.
En las grandes empresas suelen personajes famosos desde actores a deportistas. En ocasiones son grupos de personas que sin ser tan populares, si pueden influir en la promoción de las virtudes de una marca. Y en otras, pueden ser nuestros propios empleados.
Centrémonos en estos últimos. Qué mejor embajador que nuestros propios empleados para compartir contenido corporativo, a través, tanto de sus propios canales sociales como a nivel presencial. Piensa que poseer trabajadores que sean embajadores de tu marca, no sólo impulsará positivamente tu negocio, sino que creará una cultura fuerte de empresa.
¿Por qué tus empleados no comparten el contenido corporativo?
- No son recompensados. No conseguimos ofrecer los incentivos adecuados para alentar a nuestros trabajadores a compartir contenido.
- Desconocimiento. Los contenidos que se publican en las redes sociales corporativas, a veces no son explicados ni incluso conocidos por el personal de la empresa. Es posible que algunos trabajadores conozcan las redes sociales, pero no sepan cómo sincronizar sus identidades con sus vidas profesionales.
- Mala comunicación. Si nuestra comunicación interna con nuestro equipo de trabajadores no existe o es mala, será prácticamente imposible que éstos participen en la promoción de la empresa.
¿Qué nos aportan los empleados embajadores de marca?
- Son nuestro propio altavoz amplificando los esfuerzos de marketing de la empresa. Apoyando los valores de la marca.
- Dan visibilidad a nuestra empresa con nuevas audiencias. Aportando credibilidad, de una manera más auténtica, cara a atraer nuevos clientes.
- Defienden las opiniones sobre lo que ofertamos, en sus propias redes sociales. Recomendándolos a amigos, familiares y contactos.
- Pueden representar los intereses de la empresa externamente de una manera eficaz. Como líderes de opinión y expertos en su sector.
- Mejoran la productividad y calidad del servicio que ofrece nuestro negocio. Además de esta manera, ellos mismos se encuentran más motivados y contentos de pertenecer a la empresa.
Sin embargo conseguir tener trabajadores que sean embajadores de marca, no es una tarea baladí. No se trata simplemente de pedirles que compartan contenidos. Es necesario que los motivemos para que ellos se sientan a gusto, aporten y vean resultados tanto en su puesto de trabajo como en su contribución a la imagen de la empresa. Intentando siempre, conseguir que los valores de la empresa estén alineados con los del trabajador.